Regresando ando, ya mi vida va hilvanando, heridas cicatrizando, algunas cosas
mejorando, otras las voy estropeando, pero siempre avanzando, con tenacidad
luchando y las vivencias anotando, pues lecciones voy sacando, las que voy atesorando, mientras sigo
caminando y por la vida transitando.
Dejando de lado la rima, (o algún remedo de esta) y usando
algo de romanticismo, ya que a mi parecer la situación lo amerita, diré que me
reencontré con un viejo amigo al que sin querer por mucho tiempo había dejado
de lado. Casi al instante pude notar que me miraba con recelo ¡y no era para
menos! Ya que aun siendo sin querer lo había estado pasando por alto.
No fueron necesarias las palabras para recordar el grato tiempo
compartido repasando grandes momentos, recordando viejos amigos, pensando en
lo que vendrá mañana…o quizás pasado mañana, haciendo planes a futuro o
simplemente pasando el rato.
Y es que a pesar de contar con otros amigos este fue uno de
los pocos que en mis ratos de soledad siempre estuvo presente evitando que me sintiera
solo, dejando que expresara lo que había en mi interior o simplemente acompañándome incansablemente y sin proferir queja alguna.
Es así que después de mucho tiempo regreso por aquí, retomando
a mi gran amiga que es la pluma (o dejando de lado el romanticismo diré simplemente: el lapicero) para continuar anotando las vivencias, ideas, ocurrencias o en
resumidas cuentas lo que sea que se me ocurra expresar una vez más.
Ahora de momento me retiro, esperando haber hecho las paces
con mi amigo el lapicero a quien, sin embargo, tendré que mantener bien
vigilado pues lo he visto mirando con recelo al señor teclado, por quien temo
que se siente un poco desplazado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario